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"No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen y se vuelvan contra vosotros".
Mateo 7:6
¿Qué significa Mateo 7:6?
Mateo 7:6 debe leerse en el contexto de los versículos precedentes (Mateo 7:1-5), que advierten contra juzgar a los demás. En este pasaje, Jesús está enseñando a sus seguidores a no ser críticos y juzgar a los demás, sino a centrarse en sus propios defectos y áreas de mejora. Al centrarnos primero en nuestros propios errores, es más probable que entremos en conversaciones con los demás con humildad y graciay evitar ser sentencioso o farisaico.
Pero hay veces que, aunque nos acerquemos a los demás con la actitud correcta, no son receptivos a las enseñanzas de la Biblia.
En el versículo 6, Jesús da una instrucción adicional: "No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen y se vuelvan contra vosotros."
Jesús está advirtiendo a sus seguidores que no compartan ideas espirituales con quienes no son receptivos. "Perros" y "cerdos" se consideraban animales impuros en la cultura judía, y utilizarlos como símbolos de personas inicuas o desinteresadas era una forma habitual de hablar en aquella época.
Mateo 7:6 es una advertencia sobre la importancia de ser sabios y discernir a la hora de compartir nuestra fe y nuestros valores con los demás. Jesús dijo: "Nadie puede venir a mí si el Padre que me envió no le atrae" (Juan 6:44). Dios es, en última instancia, quien nos atrae a una relación consigo mismo. Si alguien se muestra hostil a la verdad de las Escrituras, a veces lo mejor que podemos hacer es callar y rezar,pidiéndole a Dios que haga el trabajo pesado.
Ver también: Protección Divina: Encontrando Seguridad en el Salmo 91:11Escritura para corregirnos unos a otros con amor
Aunque debemos evitar la justicia propia y las actitudes sentenciosas con los demás, la Biblia no dice que nunca debemos corregir a los demás. Debemos usar el discernimiento al corregir a los demás con las Escrituras, con el propósito de edificarnos unos a otros en amor. Aquí hay algunos versículos de las Escrituras que nos enseñan cómo corregirnos unos a otros en amor:
"Repréndanse unos a otros si alguno es sorprendido en algún pecado; ustedes que son espirituales, restauren a tal persona con espíritu de mansedumbre, considerándose a sí mismos para no ser tentados ustedes también" - Gálatas 6:1.
"Que la palabra de Cristo habite abundantemente en vosotros, enseñándoos y amonestándoos unos a otros con toda sabiduría, cantando salmos e himnos y cánticos espirituales, con gratitud en vuestros corazones a Dios" - Colosenses 3:16
"Hermanos, si alguno de vosotros se desvía de la verdad y alguien le hace volver atrás, sepa que quien hace volver a un pecador del error de su camino salvará un alma de la muerte y cubrirá multitud de pecados" - Santiago 5:19-20.
"Mejor es la reprensión abierta que el amor cuidadosamente disimulado. Fieles son las heridas de un amigo, pero engañosos los besos de un enemigo" - Proverbios 27:5-6
Es importante recordar que la corrección mutua debe hacerse siempre con amor y cariño, y con el objetivo de ayudar a la otra persona a crecer y mejorar, en lugar de derribarla o juzgarla duramente.
Preguntas para la reflexión
¿Cómo has experimentado el amor y la atención de los demás cuando te han corregido en el pasado? ¿Cómo influyó su actitud en tu capacidad para recibir y aprender de su corrección?
¿De qué manera luchas para corregir a otros en amor y con un espíritu de mansedumbre? ¿Cómo podrías crecer en esta área, y qué pasos puedes tomar para ser más efectivo en corregir a otros de una manera que los edifique?
¿Confías en que Dios atrae a las personas hacia sí? ¿Cómo puedes ser más intencional para incorporar la oración en tu relación con los demás?
Oración del día
Querido Dios,
Vengo hoy ante ti, reconociendo mi tendencia a juzgar a los demás y a criticar sus acciones y opciones. Confieso que a menudo he menospreciado a los demás y me he creído superior a ellos, en lugar de mostrarles el amor y la compasión que tú me has mostrado a mí.
Ayúdame a recordar que soy un pecador que necesita tu gracia y tu misericordia, como todos los demás. Ayúdame a seguir el ejemplo de Jesús y a extender la gracia y el perdón a los demás, incluso cuando hacen cosas que no entiendo o con las que no estoy de acuerdo.
Enséñame a usar el discernimiento cuando corrija a otros, y a hacerlo con amor y cuidado, en vez de con orgullo o arrogancia. Ayúdame a recordar que mi objetivo al corregir a otros debe ser siempre edificarlos y ayudarlos a crecer, en vez de derribarlos o hacerme sentir mejor.
Te ruego que me des la sabiduría y el discernimiento para saber cuándo es apropiado compartir tu verdad con los demás, y hacerlo de una manera respetuosa y amorosa. Ayúdame a confiar en tu guía y a ser persistente en compartir tu amor y tu gracia con los demás, incluso cuando al principio no se muestren receptivos o respetuosos.
Ruego todo esto en el nombre de Jesús, mi Señor y Salvador. Amén.
Ver también: 47 versículos bíblicos inspiradores sobre la comunidad