La Biblia dice que Dios bendice a los que le obedecen.

"Bienaventurado el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del Señor está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Es como el árbol plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera" (Salmo 1:1-3).

En la Biblia, la cosecha es una metáfora tanto de la fecundidad espiritual como del juicio. Nuestra productividad en el reino de Dios está ligada a nuestra fe y obediencia.

Los siguientes versículos bíblicos sobre la cosecha pueden ayudarnos a entender cómo ser discípulos fieles de Jesús.

La fecundidad espiritual es el resultado de la fe y la obediencia

Mateo 13:23

En cuanto a lo que se sembró en buena tierra, éste es el que oye la palabra y la entiende; en efecto, da fruto y produce, en un caso el ciento por uno, en otro sesenta y en otro treinta.

Gálatas 6:9

Y no nos cansemos de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos, si no nos damos por vencidos.

Hebreos 12:11

Por el momento, toda disciplina parece más dolorosa que agradable, pero más tarde da el fruto pacífico de la rectitud a los que han sido entrenados por ella.

Santiago 3:18

Y una cosecha de justicia es sembrada en paz por aquellos que hacen la paz.

Proverbios 22:9

Quien tiene un ojo generoso será bendecido, porque comparte su pan con los pobres.

Oseas 10:12

Sembrad para vosotros justicia; segad amor constante; roturad vuestro barbecho, porque es tiempo de buscar al Señor, para que venga y haga llover justicia sobre vosotros.

Se recoge lo que se siembra

Gálatas 6:7-8

No os engañéis: Dios no se burla, porque todo lo que uno siembra, eso también cosechará; pues el que siembra para su propia carne, de la carne cosechará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna.

2 Corintios 9:6

La cuestión es ésta: quien siembra escasamente, también cosechará escasamente, y quien siembra generosamente, también cosechará generosamente.

Parábola del sembrador

Marcos 4:3-9

He aquí que un sembrador salió a sembrar y, mientras sembraba, cayó una semilla en el camino, y vinieron las aves y la devoraron.

Otra semilla cayó en terreno pedregoso, donde no tenía mucha tierra, e inmediatamente brotó, ya que no tenía profundidad de tierra. Y cuando salió el sol, se quemó, y como no tenía raíz, se secó.

Otra semilla cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio grano.

Y otras semillas cayeron en buena tierra y produjeron grano, creciendo y aumentando y rindiendo treinta veces, sesenta veces y cien veces.

Y dijo: "El que tenga oídos para oír, que oiga".

Parábola de la semilla que crece

Marcos 4:26-29

Y dijo: "El reino de Dios es como si un hombre esparciera la semilla en la tierra. Duerme y se levanta noche y día, y la semilla brota y crece; él no sabe cómo. La tierra produce por sí misma, primero la brizna, luego la espiga, después el grano lleno en la espiga. Pero cuando el grano está maduro, en seguida se mete la hoz, porque ha llegado la siega."

Se necesitan obreros para la mies de Dios

Mateo 9:36-38

Al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban acosadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: "La mies es mucha, pero los obreros pocos; por eso rogad encarecidamente al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies."

Lucas 10:2

Después de esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió delante de él, de dos en dos, a todas las ciudades y lugares adonde él mismo iba a ir. Y les dijo: "La mies es mucha, pero los obreros pocos; por tanto, rogad encarecidamente al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies."

Juan 4:35-38

¿No decís: "Aún faltan cuatro meses, luego vendrá la siega?" Mirad, os digo, alzad los ojos, y ved que los campos están blancos para la siega. Ya el que siega está recibiendo su salario y recogiendo frutos para la vida eterna, para que sembrador y segador se alegren juntos. Porque aquí se cumple el dicho: "Uno siembra y otro siega". Yo os he enviado a segar aquello por lo que no trabajasteis.Otros han trabajado, y tú has entrado en su trabajo.

Honra a Dios con tus Primicias

Proverbios 3:9

Honra al Señor con tus riquezas y con las primicias de todos tus productos.

Dios multiplicará

Levítico 26:3-4

Si andáis en mis estatutos y observáis mis mandamientos y los ponéis por obra, yo os daré vuestras lluvias a su tiempo, y la tierra dará sus frutos, y los árboles del campo darán su fruto.

Isaías 9:3

Has multiplicado la nación; has aumentado su alegría; se alegran ante ti como se alegran en la siega, como se alegran cuando reparten el botín.

Malaquías 3:10

Traed el diezmo íntegro al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme así a prueba, dice el Señor de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que no haya más necesidad.

Salmo 85:12

Sí, el Señor dará lo que es bueno, y nuestra tierra dará su fruto.

Juan 15:1-2

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador; y todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda, para que dé más fruto.

2 Corintios 9:10-11

El que suministra la semilla al sembrador y el pan para el alimento, suministrará y multiplicará tu semilla para la siembra y aumentará la cosecha de tu justicia. Serás enriquecido en todos los sentidos para ser generoso en todo, lo que a través de nosotros producirá acción de gracias a Dios.

La cosecha como metáfora del juicio de Dios

Jeremías 8:20

La cosecha ha pasado, el verano ha terminado, y no estamos salvados.

Oseas 6:11

También para ti, oh Judá, está señalada una cosecha, cuando restablezca la fortuna de mi pueblo.

Joel 3:13

Mete la hoz, que la mies está madura; entra, pisa, que el lagar está lleno; las cubas rebosan, porque su mal es grande.

Mateo 13:30

Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega, y al tiempo de la siega diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla, pero recoged el trigo en mi granero.

Mateo 13:39

Y el enemigo que los sembró es el diablo. La cosecha es el fin de los tiempos, y los segadores son ángeles.

Santiago 5:7

Tened, pues, paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. Ved cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, teniendo paciencia con él, hasta que recibe las lluvias tempranas y tardías.

Apocalipsis 14:15

Y otro ángel salió del templo, llamando a gran voz al que estaba sentado en la nube: "Mete tu hoz y siega, porque ha llegado la hora de segar, pues la mies de la tierra está ya madura."

Fiestas de la Vendimia

Éxodo 23:16

Celebrarás la fiesta de la cosecha, de las primicias de tu trabajo, de lo que siembres en el campo. Celebrarás la fiesta de la recolección al final del año, cuando recojas del campo el fruto de tu trabajo.

Éxodo 34:21

Seis días trabajarás, pero el séptimo día descansarás; en el tiempo de arar y en el de la siega descansarás.

Deuteronomio 16:13-15

Celebrarás la Fiesta de las Cabañas siete días, cuando hayas recogido el producto de tu era y de tu lagar. Te alegrarás en tu fiesta, tú y tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que estén en tus ciudades. Durante siete días celebrarás la fiesta al Señor tu Dios en el lugarque el Señor elija, porque el Señor, tu Dios, te bendecirá en todos tus productos y en todo el trabajo de tus manos, para que estés completamente alegre.

Leyes de espigado

Levítico 19:9-10

Cuando siegues la mies de tu tierra, no segarás tu campo hasta el borde, ni recogerás las espigas después de la siega. No desnudarás tu viña, ni recogerás las uvas caídas de tu viña; las dejarás para el pobre y para el extranjero: Yo soy el Señor, tu Dios.

Rut 2:23

Así que se mantuvo cerca de las jóvenes de Booz, espigando hasta el final de las cosechas de cebada y trigo, y vivió con su suegra.

Tiempo de sembrar y de cosechar

Eclesiastés 3:1-2

Para todo hay un tiempo, y un tiempo para cada cosa bajo el cielo: un tiempo para nacer, y un tiempo para morir; un tiempo para plantar, y un tiempo para arrancar lo plantado.