La Biblia nos enseña a alabar y glorificar a Dios, pero ¿qué significa eso? Primero tenemos que entender la gloria. Gloria significa fama, renombre u honor.

Un prometedor jugador de baloncesto como Ja Morant se está haciendo famoso por su increíble habilidad en la cancha de baloncesto. Un día, podría recibir el honor de un trofeo MVP. Cada día, a medida que más gente se da cuenta de Ja Morant y su habilidad, se hace más glorioso. No es un ejemplo perfecto, pero tal vez algo que es más fácil de relacionar que la gloria de Dios.

Dios es infinitamente más glorioso. Él es famoso y digno de nuestro honor. Él es digno de honor porque Dios es todopoderoso. Él creó los cielos y la tierra. Él es santo y justo. Sus juicios son justos. Él es sabio, bueno y verdadero, y nos da sabios consejos que han resistido la prueba del tiempo.

Dios es digno de honra porque nos da vida ahora y en el siglo venidero. Nos ha redimido del pecado. Es victorioso sobre la muerte, prometiendo la resurrección de entre los muertos a quienes le siguen por la fe.

Alabar a Dios es una manera de honrarlo. Cuando cantamos canciones de alabanza estamos expresando nuestra aprobación y admiración por Dios. Cuando alabamos a Dios con acción de gracias, estamos mostrando gratitud por las grandes cosas que Él ha hecho.

La Biblia da varias instrucciones sobre cómo alabar a Dios. En el Salmo 95:6, se nos dice: "Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos ante Yahveh, nuestro Hacedor". Inclinarnos y arrodillarnos ante Dios demuestra tanto nuestra humildad como la grandeza de Dios. Estamos reconociendo la autoridad de Dios sobre nuestras vidas y nuestra voluntad de someternos a Él.

El Salmo 66:1 dice: "Gritad de júbilo a Dios, toda la tierra; cantad la gloria de su nombre; tributadle alabanzas gloriosas" Cuando cantamos acerca de la gloria de Dios durante un servicio de adoración, estamos honrando a Dios públicamente, difundiendo su fama al recordarnos a nosotros mismos y a los demás la bondad de Dios. A menudo experimentamos la alegría del Señor y recibimos la paz del Espíritu Santo mientras alabamos a Dios en el canto.

Alabar a Dios es importante porque muestra nuestra sumisión a Él, así como nuestro agradecimiento por todo lo que ha hecho por nosotros. Cuando nos tomamos el tiempo para alabarle, estamos reconociendo que Él es digno de nuestra atención y adoración. Como beneficio adicional, ¡cuando alabamos a Dios experimentamos Su alegría!

Reflexiona sobre los siguientes versículos bíblicos para aprender aún más sobre cómo ofrecer alabanzas a Dios.

Canta alabanzas a Dios

Salmo 98:1-4

Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas; su diestra y su santo brazo han obrado su salvación; el Señor ha dado a conocer su salvación; ha revelado su justicia a los ojos de las naciones.

Se ha acordado de su misericordia y de su fidelidad a la casa de Israel. Todos los confines de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios. Aclamad al Señor con júbilo, toda la tierra; prorrumpid en cánticos de júbilo y cantad alabanzas.

Salmo 99:1-5

El Señor reina; tiemblen los pueblos; está sentado sobre los querubines; tiemble la tierra; el Señor es grande en Sión; es excelso sobre todos los pueblos.

¡Que alaben tu nombre grande y asombroso! ¡Santo es él!

El Rey en su poderío ama la justicia. Tú has establecido la equidad; has ejecutado el derecho y la justicia en Jacob.

¡Exalten al Señor, nuestro Dios; adórense en el estrado de sus pies! ¡Santo es él!

Salmo 100:1-5

Aclamad al Señor con júbilo, toda la tierra! Servid al Señor con alegría! Venid a su presencia con cánticos!

Sabed que el Señor es Dios; él nos hizo y nosotros somos suyos; somos su pueblo y las ovejas de su prado.

Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; dadle gracias, bendecid su nombre, porque el Señor es bueno, porque es eterna su misericordia y su fidelidad por todas las generaciones.

Salmo 105:1-2

¡Oh, dad gracias al Señor, invocad su nombre, dad a conocer sus obras a los pueblos, cantadle, cantadle alabanzas, contad todas sus maravillas, glorificad su santo nombre, alégrense los corazones de los que buscan al Señor!

Salmo 145

Te ensalzaré, Dios y Rey mío, y bendeciré tu nombre por los siglos de los siglos. Todos los días te bendeciré y alabaré tu nombre por los siglos de los siglos. Grande es el Señor y digno de gran alabanza, y su grandeza es inescrutable.

En el esplendor de tu majestad y en tus maravillas meditaré.

Hablarán del poderío de tus asombrosas hazañas, y yo anunciaré tu grandeza; divulgarán la fama de tu abundante bondad y cantarán en voz alta tu justicia.

El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y abundante en misericordia. El Señor es bueno con todos, y su misericordia está sobre todo lo que ha hecho.

Todas tus obras te alabarán, Señor, y todos tus santos te bendecirán. Hablarán de la gloria de tu reino y contarán tu poder, para dar a conocer a los hijos de los hombres tus proezas y el esplendor glorioso de tu reino. Tu reino es un reino eterno, y tu dominio perdura por todas las generaciones.

El Señor sostiene a todos los que caen y levanta a todos los que se inclinan. Los ojos de todos te miran, y tú les das su alimento a su debido tiempo. Abres tu mano; sacias el deseo de todo ser viviente.

El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus obras. El Señor está cerca de todos los que le invocan, de todos los que le invocan de verdad. Él cumple el deseo de los que le temen; también escucha su clamor y los salva. El Señor conserva a todos los que le aman, pero a todos los malvados los destruirá.

Mi boca pronunciará la alabanza del Señor, y que toda carne bendiga su santo nombre por los siglos de los siglos.

Alabar a Dios mediante la proclamación

Hebreos 13:15

Por medio de él, pues, ofrezcamos continuamente a Dios sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.

1 Pedro 2:9

Pero vosotros sois linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido por él, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Vivir para alabar a Dios

Mateo 5:16

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

1 Corintios 10:31

Así que, tanto si comes como si bebes, o hagas lo que hagas, hazlo todo para gloria de Dios.

Colosenses 3:12-17

Revestíos, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, de corazón compasivo, de bondad, humildad, mansedumbre y paciencia, soportándoos unos a otros y, si alguno tiene queja contra otro, perdonándoos mutuamente; como el Señor os ha perdonado, así también vosotros debéis perdonar. Y sobre todo esto revestíos de amor, que une todo en perfecta armonía.

Y que reine en vuestros corazones la paz de Cristo, a la que habéis sido llamados en un solo cuerpo. Y sed agradecidos. Que la palabra de Cristo habite abundantemente en vosotros, enseñándoos y amonestándoos unos a otros con toda sabiduría, cantando salmos e himnos y cánticos espirituales, con gratitud en vuestros corazones a Dios.

Y todo lo que hagáis, de palabra o de obra, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

">